Un soplo de
aire
Una bocanada
de transparencia
Para virtud y
goce de las cosas
Y la vida
Por un momento
la canción
Se canta sola
Las algas han
aprendido
Los pequeños
camalotes
Que flotan en
el río del cuerpo
Los ojos
bellos que olvidaron parpadear
Por la calle
ancha de lo que podría ser cielo
Respira la
ciudad
Vemos entonces
la sensibilidad del pulmón
Cuando le
entra la carga de humo
O cuando el
pánico le avisa que picará
Agua de las
gárgolas lloronas
Matices de la
tristeza
Muy en filita
las gotas en los cables
Primera comunión
del verano
La fe con su
fuego mitigado
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