martes, 3 de marzo de 2015

Ni siquiera retumbar un nombre





No telefoneé a nadie y nadie me telefoneó – C. Lispector



Hubiera preferido que los caballos
Saltaran la cerca del horizonte
Pero entraron a la casa
Se sentaron conmigo en la soledad
Tan negros como el teléfono
Tan inspirados por el silencio
Me desdoblaba en el prado
Para frotarme contra el viento
Pero estaba en uno de los lados
De la ventana
Reflejado en uno de los lados del vidrio
Escondido en uno de los lados de la cortina
Nada
Ni siquiera retumbar un nombre
Sin siquiera darme cuenta
Si mis pies eran dos o eran cuatro

Las esqueléticas patas de la mesa




No hay comentarios:

fría felicidad

fría felicidad

Etiquetas

en memoria

en memoria

Archivo del blog