Es una suerte
esta lluvia
Que moja
nuestros corazones
Ellos ardían
en llamas
Perdidas de la
memoria
Ahora ahuyentan
humo del desamor
Pero esta
lluvia real
Que moja tu
pelo
Es amada
solamente
Por las perlas
que penden
Reflejando el
color de tus ojos
Más allá del
cielo enrojecido
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