En el friso, lo inquietante
La ciudad se agolpa
Muchos no saben
Arriba el cemento gime como un ciempiés
Si pudiera comernos los ojos
Lo haría
Pero la hambruna de la piedra
Es pura arquitectura
Nosotros, con tan solo dos
Quisiéramos tener un alma a mano
No se debe cruzar el paso de cebra
Sin tener una vista general
Mirar para arriba como si buscáramos
El sonido de una campana
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