Un almuerzo desnudo
es natural para nosotros – A. Ginsberg
Salvamos la piedra del fondo
Para sentarnos sobre su latido
Nuestros culos son frondosos corazones
Aliados de la naturaleza
Nos comemos el paisaje
Empezando por la boca del otro
Hasta que el lenguaje alcanza su
Esplendor: una montaña de residuo
Restos del hedonismo
La roca vuelve al río
Pero no puede detenerlo
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