miércoles, 2 de diciembre de 2015

El tablero es de concreto







 Como una sola veta de oro en una tonelada de roca -Stefan Zweig


Aunque al fondo se oye un canto de aves
Algunas vocales se filtran explorando
Entre accidentes sonoros
Cada vez que la luz le enciende la mirada
Su espalda da todo el esplendor del crepúsculo
En la casilla negra de su alma
Los nombres de la pobreza se esconden para permanecer
Inaudibles
Se corporizan en la memoria de la casilla blanca
O permanecen impasibles en la ignominiosa paz
De los setenta y cuatro silencios imperiales
Una piedra late con más fuerza que su corazón
Sin embargo el tablero es de concreto tanto
Como lo es un ancla para la necesidad de la vela insaciable
Lo imaginado cabe en un pasillo estrecho
El cuerpo cabe en el cuerpo sin desperdicio alguno
El mar es un fracaso de sales
Una partida para arribar con el remero dormido
A la revelación del juego
Otra para que el río más largo se acorte en polvo
A costa de nuestros huesos





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